Las mejores vacaciones en Jávea

En el momento que decides coger unos días para cambiar la rutina, aunque solo sea por poco tiempo, salir del estrés diario, el ritmo de vida, disfrutar del tiempo libre, dedicar unas horas del día a pasear, leer, escuchar música, etc., solamente nos queda por decidir el lugar al que nos apetece volver o si por el contrario lo que deseamos es conocer algo nuevo, distinto. En mi caso, así ocurrió, unos amigos me habían hablado maravillas de la localidad de Jávea y me entró la curiosidad. «Es el momento» me dije, y me puse a buscar alojamiento.

Cuando ya me había decantado por la Costa Blanca, tan solo me faltaba decidir a cuál de las localidades ir y es que además de Jávea, existen otros lugares tan bonitos como Calpe, Denia, Moraira, Benissa, Albir-Alfaz del Pi, Benitachell, Jalón, Teulada, La Nucia o Altea, donde poder disfrutar de unas vacaciones mágicas e inolvidables en un entorno realmente privilegiado, a pie del Mar Mediterráneo.

Sin embargo, en esta ocasión me decanté por la localidad de Jávea, o con su nombre en valenciano Xábia, una ciudad que deba posiblemente su nombre a la palabra árabe Xábiga, cuyo significado es pozo o aljibe, debido sin duda a la enorme cantidad de agua que existe en el subsuelo del lugar. Es una población costera situada al norte de la provincia de Alicante, con un clima que está considerado como el segundo mejor microclima mundial, puesto que es muy suave durante todo el año, contando con 20 km. de costa bañada por las tranquilas y cálidas aguas del Mediterráneo, en los que se pueden encontrar una amplia variedad de calas y playas o impresionantes acantilados con unas maravillosas vistas. Entre sus playas destacan tres, las cuales poseen la bandera azul, un galardón anual que otorga desde el año 1987 la Unión Europea, en el que premia la calidad de las aguas de baño, la información y educación ambiental, la gestión ambiental y la seguridad además de los servicios e instalaciones.

Las tres playas de las que os hablamos y que cuentan con bandera azul son:

–       Playa de la Grava. Con una extensión de 290m. está situada en el núcleo urbano de Aduanas del Mar. Es una playa de grava.

–       Playa del Arenal. Es la más concurrida por ser la única playa de arena del municipio, ubicada en el núcleo urbano de Jávea, tiene una extensión de 480m.

–       Cala granadella. Esta pequeña cala de unos 160m., de cantos rodados y aguas cristalinas, es muy visitada por los amantes de los deportes náuticos como el piragüismo, el esnórquel o la práctica del submarinismo, se encuentra dentro del Parque Forestal de la Granadella, declarado Zona de Especial protección para las aves (ZEPA).

Y es que si de algo podemos disfrutar en esta localidad es del mar y, por supuesto, de todo lo que se puede hacer en sus playas, desde infinidad de deportes acuáticos hasta el típico día de relax tirados sobre la toalla y tomando el sol, con protección 50 eso sí.

Una de las actividades que más me gusta es el buceo. Cuando estuve en Cádiz, hace ya un par de años, tomé mi primera clase de buceo con bombona en Puerto Buceo. Es lo que llaman «bautismo», que más que una clase es un paseo con guía por debajo del agua pero como aprendí tanto, para mi fue el primer contacto con este deporte y mi primer punto de aprendizaje. Después de eso me saqué el curso Open Water, indispensable para bucear con seguridad, y ahora siempre que tengo posibilidad de ver el fondo marino lo aprovecho, por lo que Javea no va a ser una excepción.

¿Cuál es la historia de Jávea?

La historia de Jávea está marcada por la colonización y el paso de diversas civilizaciones que han dejado su huella en el lugar. La primera prueba documental de su existencia se remonta a la época del rey Jaime II, y ya en el año 1397 se le otorga a este lugar el título de villa con consejo y término. Por ello, no podemos dejar de visitar los lugares más destacados y principales monumentos que nos acercan a los acontecimientos más importantes y al devenir de su historia, entre los que encontramos:

  • Iglesia fortaleza de San Bartolomé. Declarada Monumento artístico nacional en 1931. Construida entre los siglos XIV-XVI, de estilo gótico isabelino, cumplía dos objetivos, por un lado, funciones religiosas y por otro, como defensa de la población frente a los ataques foráneos.
  • Los Riuraus. Son construcciones típicas de la arquitectura rural de esta zona, cuyo comercio se basaba en la uva pasa, por lo que su utilidad era la guardar la uva extendida sobre cañizos para su secado. El más representativo es el Riurau de los Catalá d´Arnauda.
  • Molinos de viento de la Plana. Once en total, datan uno del siglo XIV y el resto del XVIII.

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