Terapias para reconducir la pareja

Dicen que el final del verano puede traer crisis a la pareja. El cambio de estación, sumado a los retornos a la rutina, puede ocasionar un aumento del estrés en la pareja, que puede llegar a ser un problema coyuntural. En internet, como gran mercado de todo tipo de productos y servicios, también existen las terapias de pareja. El Centro Médico Benviure ofrece un equipo de profesionales en el trato de este tipo de conflictos, que garantiza la mejor terapia desde hace más de una década, el tiempo que lleva en funcionamiento la clínica.

Aunque al principio pueda sonar o parecer raro, no es tan extraño necesitar ayuda de un profesional para este tipo de situaciones. Sobre todo en las grandes ciudades, como Barcelona, donde opera este centro médico, en las que las preocupaciones y el ritmo de vida nos exigen un nivel mucho más alto de aguante, que a veces se nos desborda. Ese ritmo endiablado de la gran ciudad impide que uno de los principales elementos para solucionar un problema con garantías, la reflexión, se desarrolle con normalidad. Por eso, lo mejor en estos casos es colocar la situación en manos expertas y permitir que sean ellas las que guíen nuestros pasos hacia una meta satisfactoria. Por otra parte, al acudir periódicamente a la consulta favorecemos, precisamente, la disponibilidad de ese pequeño tiempo, aunque solo pueda ser la hora o el tiempo que concertemos en consulta, para la reflexión pausada de la solución, primordial, como ya se ha dicho, para el éxito de la misión.

Para solucionar una crisis de pareja es imprescindible alcanzar un cierto grado de empatía. Como posiblemente nos imaginemos, esa empatía, esa opción de ponerse en el lugar del otro para entender mejor el problema, se adquiere con esa pausa y esa reflexión calmada que tan difícil nos puede llegar a resultar. Es necesario comprender, primero, qué es lo que está ocurriendo en torno a nuestra relación, cuál es el problema principal y con qué contamos para poder subsanarlo. Y en muchas ocasiones, por nosotros mismos, no somos capaces. Nos encerramos en nosotros mismos y acabamos llevando nuestro esfuerzo hacia la autocomplacencia.

Sin embargo, si abrimos nuestras miras y nos decidimos a recibir ayuda, los profesionales de la terapia de pareja nos pueden ofrecer su conocimiento en este tipo de disputas para calmar, orientar y redirigir nuestro camino hacia una meta conjunta que permita seguir hacia delante juntos a la pareja en cuestión. Por otra parte, es importante también comprender las circunstancias que rodean a cada relación. Con esto se quiere ahondar en la necesidad de saber que no siempre todo gira en torno a nosotros, que el hecho de que el ritmo de vida sea tan alto que no quede tiempo en muchas ocasiones para otra cosa que no sea el descanso no implica que la llama se haya apagado. Al final, cada situación determina una circunstancia, y esta hace lo propio con un diagnóstico. Por lo tanto, si seguimos con el símil, no existe una solución única a este tipo de problemas, sino que cada uno tendrá la suya.

Evidentemente, nadie dijo que fuera fácil. Formar una familia implica un cierto grado de choque; siempre que dos personas se enfrascan en una tarea común lo hay. Sin embargo, es básico saber discernir entre choques salvables y problemas que pueden llegar a convertirse en escollos insalvables. Porque, al final, pese a todo, la pauta indica que una familia puede salir adelante si permanece unida y si tratan de apoyarse el uno al otro. No obstante, para casos en los que parezca que todo está enquistado, lo mejor es acudir a los equipos de expertos que ofrecen clínicas especializadas como el Centro Médico Benviure, en las que el terapeuta se coloca en una posición intermedia entre los dos, para, desde ahí, tratar de reconducir la unidad familiar hacia delante, ya sea con una modificación de las pautas y las reglas o, simplemente, con un empujoncito para que los dos cónyuges se den cuenta de que las diferencias tampoco son una montaña ardua y dolorosa, sino un pequeño matiz que puede, incluso, llegar a enriquecer su convivencia.

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