He conseguido por fin que la dueña de mi tienda de moda favorita del barrio me diga quién es su mayorista de Moda. Puede que os parezca una tontería pero para mí era importante porque ahora puedo entrar en su web y ver su catálogo de ropa al por mayor y, como tengo mucha confianza con la dueña del establecimiento, pedirle que me traigan algún modelo en concreto porque me encantan sus diseños. Echadle un vistazo vosotras también porque es una pasada ¿a que sí?
Yo es que en estas cosas puedo ser muy insistente. Llevo años yendo a la misma tienda a comprarme ropa porque odio ir a un centro comercial y acabar llevando lo mismo que lleva puesto media España, no me gusta la idea que a algunos les encanta de ir todos iguales, cortados por el mismo patrón, como si no tuviéramos personalidad propia, pero tampoco me parece normal pagar una barbaridad por llevar algo un poquito diferente así que eso de ir a las marcas más caras para ser original tampoco va conmigo. Mi solución creo que es la más acertada, voy a tiendas de barrio, buenas pymes con precios muy asequibles que traen ropa estupenda sin una firma en la etiqueta y cuya calidad es exquisita, tanto en cuestión de telas y tejidos como en acabados.
Yendo a comprar a estos establecimientos de moda cumplo dos de mis normas: el primero ya lo he dicho (conseguir no ir como el resto, como una ovejita más del rebaño) y el segundo es apoyar a la pequeña y mediana empresa que falta le hace.
El caso es que me encantan los diseños de H.H.G., mi recién conocido favorito fabricante de moda al por mayor, porque tiene diseños para todo tipo de ocasiones, diferentes a los que podemos encontrar en franquicias de Inditex por ejemplo pero siempre a la última moda y a precios realmente muy asequibles porque cuanto más barato le salga el pedido de ropa a la dueña de la tienda a la que voy a comprar, más barato me sale a mí también adquirirla después ¿entendéis? Es lógico que si alguien se gasta 10 luego lo venga por 20, mientras que si se gasta 40 lo tenga que vender por 80 ¿o no?
Sus colecciones cuentan con todo lujo de detalles y de prendas, desde camisetas, chaquetas, abrigos, gorros, faldas, jerseys, pañuelos y pashminas, vestidos, etc. Esto favorece también la variedad de ropa que hay en la tienda de la que os hablo porque, aunque sólo hace el encargo de ropa a un mayorista recibe prendas de todo tipo para poder llegar a más público y conseguir así más clientela y como yo soy muy buena comprando ha hecho una deferencia conmigo y, a partir de ahora, puedo entrar en la web de H.H.G. para ver su catálogo y pedirle a Susana (la dueña de la tienda en cuestión) que cuando haga el pedido de ropa me incluya algunas prendas que quiero comprarme. Así que soy una afortunada con mucho estilo.