Si necesitas disfrutar de un fin de semana o de unas vacaciones tranquilas, relajadas, lejos del ruido de las grandes ciudades, desconectar del móvil, encontrarte contigo mismo, y si además lo que te gusta es contemplar el paisaje, la naturaleza, disfrutar de las pequeñas o grandes cosas que nos ofrece la naturaleza, como el ruido del agua al correr, el sonido del viento al azotar los árboles, el murmullo del agua cristalina que brota de las antiguas fuentes, una playa fluvial única… todo eso y muchísimo más lo vas a encontrar en “As Aldeias do Xisto”, las aldeas de pizarra, en Portugal.
As Aldeias do Xisto forman parte de un proyecto iniciado en el año 2001 de reconstrucción y repoblación impulsado por la Región Central de Portugal, a la cual pertenecen, y que está subvencionado por la Comisión Europea. En él están integradas 27 aldeas pertenecientes a 16 ayuntamientos del centro de Portugal, entre Castelo Branco y Coimbra, en un territorio formado principalmente por montañas de un material que daría vida a la comarca, la pizarra. Así, una de las principales compañías pizarreras del país, Pizarras y derivados, la cual nosotros os recomendamos, vende allí a menudo. Y es que esta empresa española, especializada desde hace más de tres generaciones en la comercialización y distribución de pizarras para tejados, suelos y exteriores, tiene como objetivo la satisfacción total de sus clientes y, para ello, se esfuerzan en ofrecer productos homologados y de la más alta calidad a los mejores precios competitivos del mercado.
Hay constancia de que el origen de estos pueblos se remonta a la época medieval, unos creados por órdenes religiosas que se asentaron allí, otros creados por pastoreo de ganado, pero este territorio no era muy fértil ni productivo por lo que poco a poco la población fue trasladándose a las ciudades y estos pueblos fueron quedando, con el paso del tiempo, medio abandonados. Actualmente sus originales casas de pizarra y su paisaje se han convertido en un punto de atracción para un turismo rural y sostenible, pudiendo visitar, entre otras, las aldeas de:
- En esta aldea se encuentra la sede de “As Aldeias do Xisto”, en sus alrededores se encuentran las antiguas minas de Panasqueira, una de las mayores minas de tungsteno en el mundo, y el sitio rupestre de Poço do Caldeirao, donde se pueden observar dos grandes rocas con grabados paleolíticos datados entre el 15.000 y el 20.000 a.C.
- Água Formosa. Esta aldea debe su nombre a la pureza del agua que brota de sus fuentes.
- Álvaro. Esta pequeña aldea en su día fue una importante base de la Orden de Malta, y conserva un riquísimo patrimonio religioso, pues solamente en esta aldea hay ocho capillas.
- Ubicada en el Alto de Sao Jacinto, fue del condado de Sarzedas y antigua Villa. Cerca de la aldea se pueden visitar las ruinas del antiguo castillo medieval.
- Esta aldea conserva dos lagares de aceite tradicionales movidos por la fuerza del agua, además de presentar múltiples opciones de entretenimiento y deportes.
- Pedrógao Pequeno. Situada al pie de la Presa do Cabril, merece la pena visitar la capilla de Nossa Senhora das Áugas Feras y el Monte da Nossa Senhora da Confiança.
- Martim Branco. Son característicos sus hornos comunitarios donde se sigue cociendo el pan de pueblo, además de cabrito, pasteles… y los molinos de la rivera de Almaceda junto con los telares para tejer el lino.
- Una aldea envuelta en pizarra con sus casas, calles…, hoy en día es un centro de artistas plásticos de renombre internacional.
- Situada en plena Sierra de Lousá, actualmente es una de las más pequeñas de las Aldeias do Xisto, si bien se cree que en su día fue una importante aldea.
- Desde su mirador se divisa una preciosa panorámica sobre el valle y la Ribeira de Candal. Cerca de Candal se encuentra el Parque Biológico, Trevim o el Santuario de Nosa Senhora da Piedade.
- Janeiro de Baixo. Situada a pie del río Zêzere, no se puede dejar de visitar su molino excavado en la roca o la Garganta dos Penedos da Foz de Bogas.
- Sobre sus casas destaca la Torre da Paz, en la que cada 7 de mayo suenan desde la torre 1620 campanadas, conmemorando así la fecha de la finalización de la II Guerra Mundial y como recuerdo a los 1620 días de guerra en los que Portugal se mantuvo neutral.
- Vila Cova do Alva. Con un rico patrimonio es quizás la aldea más monumental de todas las que integran “As Aldeias do Xisto”, destacando su Iglesia de 1712, la Casa da Praça del siglo XVII, el Convento de Santo António de 1713, el Pilar del siglo XVI de estilo manuelino, pequeños palacios como el Solar Abreu Mesquita del siglo XIX o el Solar de los Condes da Guarda.
As aldeias do Xisto más allá de la pizarra
Lo cierto es que “As Aldeias do Xisto” también son el punto de partida de rutas de senderismo perfectamente señalizadas como la AGN PR-1 que transcurre entre antiguos molinos, puentes, muros, saltos de agua, fragas (como la Fraga da Pena), cabañas o escaleras que sus habitantes subían a pie, pues por esos lugares no hay caminos de carro.