Ser coleccionista nunca es económico, a no ser que tu obsesión sea algo tan banal como los clips o las gomas para el cabello y aun así estoy segura de que habrá algún clip con brillantes o una goma para el pelo con cristales de Swarovsky que querríamos tener y costarán una autentica pasta. Ahora bien, casi siempre es más barato coleccionar cosas pequeñas que grandes, y cuando eres una apasionada de los automóviles como yo la cosa se pone muy complicada.
Yo creo que hay millonarios y billonarios que se hacen coleccionistas de coches porque no saben qué hacer con tanto dinero, pero yo, que de verdad soy una auténtica amante del motor, me tengo que conformar con otro tipo de colecciones más adaptadas a mi bolsillo: los coches a escala. Mi principal objetivo es tener y mostrar en mis vitrinas cualquier vehículo que haga acto de presencia en una web de escala 1:43, que para mí es una de las mejores tiendas online de modelismo. Jamás conseguiré tener un garaje lleno de automóviles de grandes marcas pero tal vez si pueda tener una gran colección de coches a escala.
A ver, tampoco es que no tenga coches reales, de hecho tengo dos, lo que pasa es que ambos los compré en este concesionario de coches en Lugo, de segunda mano, y pretendo que me duren 10 años más, como mínimo, antes de tener que jubilar a alguno, más que nada porque mi limitada economía no me permite hacer ni un solo gasto más al respecto.
De todos modos lo más caro de tener un coche, hoy en día, no es comprarlo sino mantenerlo. Mi cuenta hace estragos cada vez que tengo que pagar ITV, seguros o permisos de circulación. De hecho, he llegado a plantearme la idea de deshacerme de uno de los dos vehículos, pero cuando mi raciocinio me dice “hazlo” mi corazón me dice “no, por favor”. Tengo un Audi A-3 TDI y una Isuzu D-MAX Planet que es una auténtica pasada, aunque lo que me encantaría tener es un Pontiac, un buen Chevrolet americano como el Camaro o un Lamborghini. Coches que, por supuesto, jamás tendré.
Mi colección
Mi última adquisición es un Honda Civic a escala del año 1990. Me encanta su estética. Jamás lo compraría a tamaño real pero como coche a escala me encanta. Y me quiero hacer con el Aston Martin CB10 de 2015 que acaban de sacar basado en la última película de James Bond, lo que pasa es que hasta ahora sólo lo he encontrado en escala 1:18 y eso no me interesa.
El principal problema de este tipo de colección es que empiezas con una pequeña vitrina de cristal en el comedor o el salón, a modo de decoración, y acabas teniendo que utilizar una habitación completa para poder guardar todos los coches a escala. Ahora mismo tengo el despacho llenito de vitrinas y si no fuera porque necesito una mesa con el ordenador también habría quitado los muebles de la pared de la derecha para poner más vitrinas. La pregunta que me viene a la cabeza siempre es que qué voy a hacer cuando ya no me quepan más coches en las vitrinas que tengo actualmente y no tenga donde meterlos ¿Me volveré loca y acabaré metiéndolos debajo de la cama? ¿en el horno? ¿dentro de la nevera?…
Imagino que llegará un momento en la vida, bien por falta de espacio, bien por economía o bien porque me vengan gastos más importantes, en el que tendré que empezar a vender aquellos coches a escala con menor valor (ya sea económico o sentimental), hasta quedarme con una pequeña muestra de la gran coleccionista que era antaño, pero como por ahora no estoy en ese punto lo que hago es que mi colección crezca, cada día, un poquito más.
¿Y tú, qué coleccionas?