¿Diríais que la aparición del coronavirus y su consecuente confinamiento de la población ha tenido un efecto sobre las plagas que sufren nuestros campos y nuestras ciudades normalmente cada año o cada estación determinada del año? Esta pregunta no se la ha hecho demasiada gente, preocupada, como es natural, por los efectos sanitarios y económicos de la pandemia, que son las principales desventajas que presenta el COVID-19. Pero lo cierto es que sí, que la llegada de la pandemia ha tenido mucho que ver con lo que respecta a las plagas a las que nos enfrentamos de manera habitual.
Muchas personas, especialmente las que trabajan en labores agrarias, se mostraban preocupadas cuando comenzó el confinamiento porque desconocían de qué manera iba a afectar eso a su trabajo. Teniendo en cuenta que se acercan los meses de calor, había que empezar a proteger a todos los cultivos ante las plagas que son habituales durante la primavera y el verano, pero esas actividades quedaron en entredicho cuando empezaron a cerrarse empresas y las actividades quedaron en un punto muerto. Aunque la fumigación y este conjunto de actividades sí que se ha producido finalmente, el coronavirus tendrá una incidencia sobre las plagas que hay que tener en cuenta.
Hay incidencias positivas y negativas que os procedemos a detallar:
- En cuanto a las positivas: un artículo del portal web BBC.com informaba de que, como consecuencia del confinamiento de la población y de la mayor limpieza que se registra en las grandes ciudades, las ratas y demás roedores ya no hacen acto de aparición en las calles porque no tienen desperdicios de los que alimentarse. Pero cuidado, que cuando regresemos a la normalidad volverán a hacer acto de presencia. Eso no lo podemos dudar ni siquiera durante un segundo.
- En cuanto a las consecuencias negativas del COVID-19, además de las que ya sabemos, destacamos un artículo que fue publicado por el portal web El Tiempo Hoy, que destacaba que se asociaba a la aparición del coronavirus una plaga de cuervos y mosquitos enormes en la zona cero de la epidemia, la ciudad china de Wuhan. Estos animales volaban a una altura demasiado baja, tanto que llegaban a molestar a la población e impedían su tránsito habitual. Es evidente que, aunque esto sigue en fase de estudio, hay que tener mucho cuidado para evitar que se produzcan daños colaterales a causa de la epidemia.
¿Puede el coronavirus dejarnos alguna otra consecuencia además de las que ya conocemos? Está claro que sí. Sobre todo si no tenemos cuidado. El confinamiento ha retrasado algunos trabajos de fumigación y de control de plagas que se tenían que realizar durante el mes de marzo, en previsión de controlar las plagas que se empiecen a desarrollar con la llegada de los meses de primavera y verano. Los profesionales de Control Plag, una entidad especializada en labores que tienen que ver con la prevención y la extinción de plagas, nos han comentado que este tipo de trabajos es fundamental, más que nunca, porque si descuidamos los campos nos podemos enfrentar a cualquier tipo de amenaza animal que destroce las cosechas.
No bajar la guardia es elemental
No nos queda otro remedio que tener un ojo pegado al campo para evitar que se produzca cualquier tipo de plaga. La alerta sanitaria que nos hemos encontrado durante todo el mes de marzo ha hecho que muchos trabajos queden descuidados por completo, pero ese no puede ser el caso de nuestros campos y de nuestros cultivos. Se está viendo lo importante que es mantener abastecidas a las tiendas de comida y a los supermercados. Y, para que eso sea posible, necesitamos a gente que se encargue del campo y de la seguridad del mismo.
Lo contrario implica problemas. Y problemas graves, sin ninguna duda. Ya os hemos comentado que el coronavirus tiene efectos secundarios que nada tienen que ver con la enfermedad pero que son tan reales como la vida misma. Si queremos evitarlos, tal y como indican desde Fumicon, tenemos que estar precavidos más que nunca. Y más si la actividad a la que nos dedicamos tiene que ver con la agricultura y también con la ganadería, que son tareas que están muy mal valoradas pero que ahora nos hemos dado cuenta de que son esenciales.
El control de plagas tiene una importancia mucho más grande de la que nos imaginamos para evitar más pérdidas económicas a causa de un asunto como lo es el coronavirus, que tiene una incidencia brutal en nuestra sociedad a muchos niveles. La verdad es que, si cuidamos de nuestros campos, será mucho más fácil que consigamos salir de la crisis económica que va a venir después de la pandemia y ante la que muchos estamos muy asustados.