Pertenezco a esos locos que han aprovechado que parece que estamos saliendo de la crisis para casarme. Ahora bien, no sabía ni el menú, ni qué tipo de ceremonia quería, solo sabía que el viaje de novios sería a Japón, porque es una cultura que me encanta y no podía morirme sin verla. Fue un viaje maravilloso, aunque lo que os vengo a contar hoy es la exposición tan curiosa que pude ver allí. Se trataba de una de Casios, los relojes más icónicos del fabricante nipón, precursor de los smartwatch y referente tecnológico de los 80, la verdad es que me hizo ilusión, y más a mí, que acabo de comprarme un reloj Casio, de los de última generación en OnlySilver, así que entramos a verla.
La exposición se celebró en el Museo Casio de Tokio, si como lo oyes, la empresa de relojes tiene su propio museo. La verdad es que fue un recorrido nostálgico por los relojes más icónicos del fabricante nipón, precursor de los smartwatch y referente tecnológico de los 80. Yo recuerdo que cuando era joven e iba a mi pueblo, Matapozuelos, siempre nos gustaba vacilar con los relojes que teníamos. Y el que llevaba un Casio era todo un privilegiado.
Allí pude ver todos los relojes de pulsera retro, los famosos con calculadora, sumergibles y pantalla táctil-, por entonces considerados vanguardistas, que comparten espacio en el museo con artilugios de la marca como calculadoras arcaicas y pianos electrónicos. Y es que cuando decías que tenías un reloj que se podía meter en el agua eras todo un campeón. Aún recuerdo los cabreos que se cogía la gente porque en verano, para hacer una broma, se le tiraba a la piscina municipal, y gritaba como un descosido “no, no, que llevo el reloj”. Qué tiempos y qué risas.
La verdad es que Casio fue pionero en la implantación de muchas de las funciones que hoy incorporan los cotizados relojes inteligentes, como por ejemplo calendario, libreta de contactos, diccionarios, GPS. Ahora parece que no podríamos vivir sin el famoso smartwatch, pero quizás es cuestión de pensar si no éramos antes más felices.
Un adelantado a su tiempo
Como buen nostálgico, a mi mente acudían las imágenes de estos dispositivos de pulsera con carcasa negra, que eran perfectos para los exámenes de matemáticas y para zambullirlos en la piscina. ¿Lo recuerdas? La verdad es que parecía que el tiempo se había parado en este Museo, que está construido en el hogar del inventor Toshio Kashio (1925-2012), una modesta casa de paredes y suelos de madera situada en Seijo, donde todavía hoy se conserva el estudio del nipón. Sobre la mesa se acumulan algunos de sus objetos personales, notas y fotografías.
Como os digo, entro mucho en la web de OnlySIlver para comprar relojes baratos y cuando veo cómo han evolucionado los relojes, la verdad es que flipo.
La verdad es que dentro de lo que fue mi luna de miel es uno de los recuerdos más bonitos que me llevo. Además, mi novia, la de toda la vida, entendió perfectamente todo lo que vimos porque ella también pertenece a esa generación de los Casio en la muñeca. Otro día ya os contaré más aventuras de mi viaje por tierras del Sol Naciente. Eso sí, esta exposición ya finalizó así que te tienes que conformar con lo que yo te cuento, o con algún vídeo que encuentres en la red.