Nuestro cuerpo necesita la relajación como también necesita comer y beber y a veces lo olvidamos. El estrés de la vida moderna causa estragos en nuestro organismo y no lo digo yo porque no quiera vivir con demasiado agobio, ni lo dice la ciudadanía porque quiera trabajar menos horas, lo dicen los expertos de todo el planeta. Cardiólogos, psicólogos, psiquiatras y prácticamente todos los especialistas facultativos están de acuerdo en que el estrés influye en nuestro estado de salud, tanto física como mental, aunque la mental es bastante obvia.
Cuando decimos esto, hay quien piensa que no es lo mismo ser un abogado que un vendedor de calzado, o no es lo mismo trabajar en las máquinas de una empresa de producción que ser el directivo de esa misma empresa, pero en realidad para este tema sí es lo mismo, porque carece de importancia. El estrés lo generamos cuando, obviamente, tenemos demasiadas cosas que hacer y poco tiempo para hacerlo. Hay quien trabaja 7 horas en jornada intensiva y se marcha a casa a las 15:00 para comer y relajarse con su familia, y hay quien trabaja 8 horas a turno partido, o 9, o 10, y no tiene tiempo ni de respirar. Pero no os creáis tampoco que ahí radica el kit de la cuestión, porque no es así.
Esa misma persona que trabaja en jornada intensiva 7 horas y acaba a las 15:00 puede que, en lugar de tomarse las tardes para sí mismo, relajarse, estar con su familia en tranquilidad o practicar algún hobby, acabe más estresado que quien trabaja con turnos partidos sin tiempo para nada porque su vida personal es casi más agobiante que la laboral. Puede que tenga dos hijos hiperactivos, o puede que tenga a algún familiar dependiente en casa, puede que su marido o esposa le demanden una serie de tareas que no consigue terminar, puede que simplemente se ahogue en un vaso de agua.
Y es que el estrés es algo muy subjetivo. Hay quien aguanta carretas y carretones y se siente bien consigo mismo y quien tiene dos actividades por hacer y ya se está agobiando. Hay quien tiene miles de responsabilidades pero se las toma con filosofía y tranquilidad, dándose incluso tiempo a sí mismo para reflexionar y reponerse, y hay quien con menos responsabilidades de aturulla y es incapaz de respirar profundamente. Y el caso es que tanto si tienes un trabajo estresando o absorbente como si no, es nuestra personalidad parte de la culpable de que acabemos tirándonos de los pelos.
¿Y todo esto por un baño con ambiente de Spa? Se estarán preguntando quienes hayan leído el titular de este post. Pues sí, toda esta introducción por un baño tipo Spa. Y es que he leído, y comprobado por mí misma, que el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos, a cuidarnos y a sentirnos mejor, se traduce en una sensación de paz que rebaja los niveles de estrés notablemente.
La experiencia
Empecé hace un par de meses con el ritual de dedicarme, por lo menos, una hora al día para mí misma. Con una hija de 13 meses (11 cuando empecé todo esto) podréis imaginar que no ha sido nada fácil sacar esa hora, pero lo he conseguido. La situación era la siguiente, jornada laboral de 7 horas en jornada intensiva acabando a las 15:00 de la tarde. Comer, jugar con la nena, limpiar un poco la casa y no dormir la siesta (mi hija no duerme casi nada por el día) provoca que tanto mi pareja como yo acabemos a las 19:00 de la tarde nerviosos, agobiados y estresados. A esa hora, con la caída del sol, salimos a dar un paseo. Caminamos con la nena en el carro, a veces vamos a visitar a los abuelos y a veces llegamos pronto a casa. Sea como sea a las 20:30 la niña tiene que estar cenando, y a las 21.00 en la cama, el problema es que no se duerme hasta las 22:30 u 23:00, así que esas horas las dedicamos a cenar nosotros y luchar contra los lloros de mi hija que no quiere dormir, pero en cuanto se dormía y mi pareja y yo empezamos a dedicarnos esa hora de forma individualizada. Yo acaparo el baño todos los días, normalmente de 22:30 a 23:30 y me siento mucho mejor.
En esa hora puedo depilarme si veo que lo necesito, exfoliar mi piel una vez a la semana, hidratarla después con cremas aromáticas que me relajan. A veces me hago la manicura, o la pedicura. Los viernes suelo darme un baño relajante y a veces incluso leo dentro de la bañera durante un rato.
Después de dos meses os puedo decir que funciona. Ya puedo acabar histérica a lo largo del día, que cuando llega esta hora la disfruto, me relajo, y me voy a la cama con otra sensación muy distinta al estrés. Descanso bien por la noche, y a las 7:30 de la mañana empieza un nuevo día.
Eso sí, los sábados y los domingos son para la pareja. Cuando la nena se duerme, tenemos cenas románticas, vemos una película juntos en el salón y lo que se tercie, ya me entendéis.
El nuevo baño
El caso es que esto ha sido todo un descubrimiento para nosotros y aunque mi pareja prefiere dedicarse a la lectura de sus libros durante esa hora, o a ver alguna de sus series favoritas de Netflix, yo prefiero mi espacio para mí y mis cuidados. Ahora bien, la realidad es que tenemos un baño apañado pero más antiguo que yo, pues no se ha reformado desde que se construyó el edificio hace casi 50 años. Conclusión tocaba reforma económica y resultona.
Lo decidimos hace dos semanas, y en una semana los profesionales de BañoSpacio nos han dejado el baño como nuevo. Como no quería renunciar a mi bañera han tenido que rehacer su diseño, pues ellos nos recomendaban una ducha lujosa con columna de masaje de agua, pero yo me empeñé en mi bañera así que reconozco que ahora tenemos menos espacio que como ellos proponían. Aun así, es perfecto. Destacan los tonos blancos y azules, tenemos muebles nuevos y plantas colgantes del techo (un poto) que aportan una decoración maravillosa, y hemos puesto también unas velas aromáticas increíbles que encontré en Velas Mas Roses.
Aquí os dejo algunas ideas:
- Instala un asiento en el baño si tienes espacio para ello. Puede ser un diván enorme o un simple puff decorativo, todo depende de los metros cuadrados con los que cuentes. De lo que se trata es de poder vestirte y desvestirte con comodidad, e incluso de poder sentarte con un espejo de mano a depilarte las cejas, o de sentarte con los pies dentro de un barreño con agua y sal para relajarlos un poco.
- Ten siempre una bandeja preparada con productos estéticos y funcionales. Puedes poner velas, geles, aceites o cremas. Se trata de tener las cosas a mano al tiempo que forman parte de la decoración del baño.
- Instala un banco en la ducha si tienes espacio, podrás sentarte a disfrutar del agua cayendo por tu cabeza y asearte cómodamente.
- Utiliza piedras y madera para decorar. Puedes usar un tronco de madera como bandeja para tener preparados esos productos de los que hablábamos antes y usar las piedras como decoración en el suelo de la ducha o la bañera. Esa combinación de plantas, madera y piedras es perfecta para crear un ambiente de paz que recuerde a la naturaleza.
- También puedes instalar un mural con un paisaje natural en una de las paredes del baño. Yo no lo he hecho por economía, pero lo vi en una revista de decoración y queda de maravilla.
- No huyas de las baldas y los estantes. Hay quien quiere guardar todo en armarios con puertas opacas para evitar el desorden y que se vean los productos que usamos a diario pero a veces tener un par de baldas o estanterías puede ser muy decorativo y cómodo para tener todo a mano. Para ello, debes colocar cosas que queden bien como toallas blancas enrolladas o en cestas de mimbre, sales de baño en botes de cristal decorativos, geles en frascos de cerámica (no en sus envases originales), cajas de maquillaje sin usar e incluso el papel higiénico colocado en forma de pirámide.
Y, por supuesto, juega con los olores. Es una maravilla entrar en un baño y respirar ese aroma a limpio que se consigue con algunos ambientadores naturales como el azahar, por ejemplo. También puedes probar a echar unas gotas de aceites aromáticos en las toallas o en la tierra de las plantas, si las tienes, o en las de plástico también puedes echar unas gotas.
Otras veces he puesto incienso antes de pasar mi hora especial diaria en el baño y también es una maravilla, aunque leí que no es del todo recomendable para la salud hacerlo todos los días así que lo uso poco últimamente.
Sea como sea, os lo recomiendo totalmente. Es una auténtica maravilla.