La visita al dentista no tiene que ser algo peor que acudir al médico, pero es cierto que hay personas para el que pensar en ello les llega a generar ansiedad.
Hablamos de que una buena parte de las personas adultas tienen miedo. De esos, los hay sobre un diez por ciento que tienen gran miedo de ir al dentista.
¿Cuál es el miedo a ir al dentista?
A esto se le llama odontofobia o directamente fobia al dentista, como nos confirman los profesionales de dentalstudioibiza.com. Lo que ocurre con esta clase de personas es que pueden tener rechazo al rendir visita al dentista para una revisión o en aquellos momentos en los que pueden padecer caries o diversidad de patologías de las encías.
Este miedo es posible que hunda sus raíces en experiencias provenientes de la infancia o por haber escuchado una serie de historias terribles por parte de otras y que hayan hecho que tengan miedo de ir.
Signos de fobia al dentista
El hecho de rendir visita al dentista y que haya que pasar por procedimientos puede provocar que comiencen a sudar. El ritmo cardíaco puede acabar por crecer. La presión arterial es posible que baje. Estamos ante signos claros de ansiedad dental por los que hay que tomar una serie de medidas para poner remedio.
Razones por las que precisas de superar el miedo
Es necesario que se supere esta ansiedad y cuanto antes se haga mejor será. Pensemos que la higiene dental es algo que es básico. Por todo ello es interesante que se hagan visitas con regularidad al dentista, de tal forma que se pueda proceder a la protección de los dientes libres de placa. Dichas bacterias pueden terminar entrando al torrente sanguíneo y después causar patologías de índole cardiovascular y demás patologías sistémicas. Al final se termina pagando un elevado precio por tener miedo.
Es posible y lógico que tengas miedo a alguno de los tratamientos, pero no debes preocuparte. Se puede llegar a perder un diente que esté sano, por temas como la demora, el miedo o ignorancia.
De igual forma, debes pensar que el primer signo de contar con una enfermedad en las encías se llama gingivitis. El profesional de la salud dental es el que te va a ayudar a que superes ese miedo que te aterra y recibir el necesario tratamiento.
De no ser así, progresará a una enfermedad de carácter periodontal de la que va a ser complicado deshacerse y que provocará que los dientes se pueden aflojar.
Se puede decir que las dos condiciones anteriores pueden acabar causando un mal aliento que es posible que acabe con consecuencias a nivel social. Lo mismo pasa con otros temas como los dientes cuando están descoloridos o si los dientes están desalineados.
Lo que hace el miedo es reducir la confianza en uno mismo, por lo que puede acabar en un camino de tropiezos en el avance profesional o el compromiso social.
¿Qué se puede hacer para afrontar para superar este miedo?
Introspectiva
Se debe mirar si se tiene miedo del tratamiento, lo cierto es que hay muchos motivos para tener cierto temor. Para ello hay que pensar en varias cosas:
Pensar en el resultado
Esto va a ser más positivo que el hecho de aferrarse al miedo o que se toleren condiciones intolerables.
Practicar ejercicios de respiración en profundidad
Lo que hace es yoga es servir de ayuda para que consigas equilibrio interior y fuerza mental, además de determinación.
Hablar con alguien en quién vayas a confiar y explicarle tu propia condición. De esta forma que se descubra que el hecho de hablar sobre un problema que uno tenga lo que hace es liberar el estrés y que uno se sienta con más positividad sobre el hecho de ir al dentista.
Tu dentista te ayuda a aliviar el miedo
Hasta antes de empezar a explicar los problemas al profesional de la salud dental, lo mejor es hablarle sin miedo de la dentofobia que se sufre y que sepa qué de verdad es lo que molesta. Esto hará que el dentista adopte un enfoque distinto de tal forma que se supere la ansiedad a nivel dental.
Evitar esos alimentos que lo que hacen es provocar ansiedad, caso del café y también los refrescos de cola, antes de que se vaya a visitar al dentista.
El dentista va a explicar lo que van a implicar una serie de procedimientos, el tamaño del dolor y los pasos que lo van a mitigar.
Cuando se vaya a realizar un tratamiento del conducto, en vez de que se use un anestésico local, el dentista va a poder tomar una serie extra de precauciones e incluso dar un sedante.
El dentista es posible que use la inhalación de óxido nitroso mediante una máscara, algo que se hace mediante sedación.
Es posible que empiece con una limpieza de dientes simple que va a infundir algo que cierta confianza antes de ponerse con otra serie de procedimientos más prolongados.
El miedo de los niños a ir al dentista
Los adultos se pueden esforzar e incluso que superen la dentofobia, pero en el caso particular de los niños es algo distinto. Puede que se sientan realmente asustados cuando vean al equipo en la clínica y sea algo complicado de afrontar. En estos casos lo mejor es llevar al hijo con uno mismo, hablarlo y que haga los controles. De esta forma el hijo se va a familiarizar y va a tener confianza en el profesional de la salud dental.
El caso es que eso no se ha hecho y si el niño se pilla un disgusto ante el pensar que tiene que ir al dentista, habrá que tener paciencia y utilizar la persuasión para que se anime a ir. Se le puede llevar al dentista especializado en el trato infantil y explicarle su situación, puesto que ellos saben cómo llevar casos en concreto.
Al final la salud dental forma parte de la general y solo tenemos una, así que hay que cuidarla como es debido, ¿no?