Estudiar en la universidad, una opción siempre válida para mayores de 25

Nunca es demasiado tarde para aprender a dedicarse a un oficio. Desde que se tiene uso de conciencia, la infancia y la adolescencia han sido las etapas en las que las personas han formado sus preferencias a la hora de elegir a qué quieren dedicarse en el futuro. Un adolescente, por decirlo de alguna manera, ha estado ‘obligado’ a elegir un oficio a medida que promocionaba de curso.

Una situación como tal conlleva un riesgo grave: el de la equivocación. Son muchos jóvenes los que, una vez comenzada la que en teoría iba a ser la carrera de sus sueños, han terminado dejándola porque han comprendido que realmente no era eso a lo que querían dedicar su tiempo y su esfuerzo. No en vano, 1 de cada 5 universitarios se ve en esta situación durante el primer año de carrera.

¿No sería mejor entonces dedicar algo más de tiempo a tener bien definida nuestra vocación antes de comenzar una carrera? Cada vez hay más personas que piensan de este modo y que no se lanzan como pollos sin cabeza ‘a la aventura’ de comenzar una carrera cuya adecuación a su ser no han valorado lo suficiente. Son muchos los que firmemente piensan que es mejor reposar la idea y llevarla a ejecución más tarde.

Así es como, curiosamente, comenzar a estudiar una carrera universitaria se está convirtiendo en una tarea más propia de gente más madura. Y es que quienes deciden empezar a cursar estudios superiores con 18 años ya tan solo son una parte de la masa estudiantil global.

Otra de las cuestiones que han propiciado un aumento de la edad media de entre quienes estudian una carrera universitaria ha sido el coste de las matrículas. Desde 2011 el importe de la misma se ha duplicado. Ahora es más caro estudiar y afrontar ese pago no lo pueden asumir del mismo modo los más jóvenes o sus familias. Quien lo sigue pudiendo hacer es alguien que, con una edad superior, ya tiene un empleo y por tanto ingresos propios.

Estos son sólo algunos de los motivos que están provocando un cambio sustancial en el ‘público objetivo’ de las carreras universitarias.

Soy adulto, quiero acceder a la universidad y no sé cómo hacerlo. ¿Qué hago?

La ventaja que tienen aquellos que terminan Bachillerato sobre los que son de mayor edad es que el itinerario para acceder a la universidad no admite duda alguna: deben superar el segundo curso y someterse a la PAEG (Prueba de Acceso a Estudios de Grado), la antigua PAU. Sin embargo, todos aquellos que deseen acceder a la universidad sin haber cursado nada el año previo suelen tener más dudas y necesitan asesoramiento para saber cómo adquirir el derecho de ser universitario.

La mejor alternativa para ello es contactar con una Academia que esté especializada en facilitar el acceso de gente superior a los 25 años en la universidad. Y eso es lo que encontraréis si accedéis a www.accesouniversidadmayores25.com, el portal web del Centro Universitario San Bernardo de Madrid. En este lugar preparan a adultos que quieren dedicar su tiempo libre a estudiar una carrera universitaria y continuar convirtiéndose de este modo en una persona de gran valía.

La propia entidad ofrece al potencial alumno 5 razones por las cuales es ideal para formarse y tener posibilidades de ser admitido en algunas universidades:

  • La formación presencial es de alta calidad.
  • Posibilidad de acceso a un entorno virtual, algo similar al Campus Virtual que manejan las universidades. Esta es una herramienta útil para intercambiar actividades, correos electrónicos e información entre profesores y alumnos.
  • Horarios compatibles: tres turnos diarios y grupos especiales durante los sábados.
  • Gabinete de Orientación para la resolución de cualquier tipo de duda.
  • Sistemas de trabajo y materiales propios de la misma Academia.

Si tienes más de 25 años y deseas invertir tu tiempo libre en estudiar y seguir formándote, la alternativa que propone el Centro Universitario San Bernardo es ideal. Y es que ahora es más fácil que nunca acceder a la universidad aunque te digan que no tienes edad para ello.

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