Consejos para perder el miedo al dentista

El miedo al dentista existe y muchos medios dicen que una de cada cuatro personas suelen tener miedo de ir al dentista. Existen casos que incluso no le han visitado en muchos años. Lo cierto es que hablamos de que dicho miedo es posible que responda a varias motivaciones, como por ejemplo a un tratamiento que sea doloroso, el miedo a las agujas, el rechazo a los sonidos o a los olores de la clínica dental, puede que traigan unos recuerdos nocivos provenientes de la niñez.

Las clínicas ahora son bastante más amigables que antes

Normalmente, como nos comentan clinicadentalsonrisamonalisa.es, suele ser una experiencia bastante más suave. Todavía es cierto que siguen teniendo los sonidos y olores de la clínica dental, pero todo se realiza de una forma más discreta que hace años, donde los instrumentos ya no se encuentran a la vista y ahora hay música de efecto relajante, incluso los tornos ya no hacen tanto ruido.

Ahora, sí, te damos ochos consejos para que se pueda vencer la ansiedad que se tiene para ir al dentista:

Encontrar un dentista que vaya a ser comprensivo

Se puede preguntar a amistades y conocidos o buscar en concreto a un profesional especializado en pacientes que tengan ansiedad.

Visitar la clínica antes de que se haga la primera consulta.

Algo que debes hacer antes de solicitar la primera cita, deberás visitar la clínica, conociendo al recepcionista y dentista y debes mirar cómo va a ser el ambiente. De la misma forma se puede informar de la ansiedad que tienes. Así lo van a tener en mente para las futuras visitas que se produzcan.

Mejor al comienzo del día

De esta forma vas a tener menos tiempo para pensar en la fobia, puesto que muchas veces se acumula bastante ansiedad a lo largo del día.

No llegues con demasiada antelación a la clínica

Lo mejor es llegar puntual y que así no tengas que estar esperando a la clínica. En la sala de espera vas a poder sentirte más ansioso ante los olores y sonidos.

Primera cita tranquila

Algo que creemos que es interesante es no meterse desde un primer momento en los empastes, endodoncias o en las temidas anestesias. Para la primera visita puedes hacerte una revisión o limpieza, de tal forma que conozcas más al dentista y estés libre de ansiedad. Cuando estés confortable, podrás realizar una serie de tratamientos de mayor complicación.

Haz saber que no estás confortable

Es posible que llegues a un acuerdo con el propio dentista de que hagas una señal en concreto, de tal forma que le indiques que debes hacer un descanso y que deseas que pare, pudiendo ser tan fácil como levantar un dedo o que levantes la mano, pero sentirás que tienes más el control de la situación.

Puedes portar tu música para estar más tranquilo

Algo que no debes olvidarte es los auriculares y la música que más te guste para estar relajado y abstraerte mientras el dentista haga su labor. El tiempo va a pasar bastante más veloz y no vas a escuchar los sonidos que te estén generando ansiedad.

En el caso de que acudir al dentista tegenere mucha ansiedad, puedes pensar en que te seden.

Ahora se pueden hacer tratamientos por completo sin dolores. Por ejemplo, una crema que se aplique de manera local en las encías pide ayuda a que no sientas la inyección de la anestesia.

Piensa que existen sistemas de anestesia de lo más modernos que parecen una varita mágica, pero del sector bucodental, puesto que parece un boli y en él se administra anestesia sin que lo note el paciente.

No olvidemos también que existe lo que es la sedación mediante inhalación que es de gran utilidad cuando se quiere uno relajar mientras le realizan el procedimiento dental. Estamos ante una opción similar al llamado gas de la risa, el cual se va a administrar mediante la boca a las mujeres que van a dar a luz. Aquí se hace por la nariz.

Por último, cuando el miedo fobia y el paciente lo quiera, hay la sedación intravenosa mientras se hace el tratamiento, pudiendo ser mediante el brazo o la mano. La anestesia no debe hacer que te pongas a dormir, piensa que puedes estar despierto y hablar con el dentista, pero te van a relajar de manera tan profunda que no vas a recordar lo que te sucedió.

Desde aquí te deseamos que venzas el miedo al dentista, puesto que al final realmente merece la pena y aumentará tu calidad de vida.

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