“Todo puede ser más fácil” ese es nuestro lema en emblituania.es y lo seguirá siendo hasta que dejemos de existir. Y es que a veces nos empeñamos en complicarnos la vida de tal manera que lo que podría solucionarse en un día se alarga hasta lo impensable, y todo por empeñarnos en complicarnos. Hace un par de semanas una de mis mejores amigas anunció su boda y, como locas, todas las demás empezamos a preguntarle mil cosas sobre organización, vestido, luna de miel y un largo etcétera y a día de hoy, tras hablarnos de mil dudas y mareos, hemos reducido sus problemas a un solo, elegir entre lafrolila.es o entusfogones.es para que les lleven el tema del catering en el banquete.
Resulta que la pobre estaba preocupada por todo: que si el lugar de la celebración de la ceremonia, que si el banquete, que si la decoración, que si el cóctel, el menú, la bebida, los regalitos, los niños, el viaje, ¿sigo?…. podría estar horas contándoos todo lo que ella nos contó a nosotras pero todo se reducía a tener demasiadas opciones y demasiado donde elegir así que la cogí en privado, planté delante de ella un par de folios y le hice las siguientes preguntas:
- ¿De día o de noche?
- ¿Aire libre o salones de banquetes?
- ¿Sisí emperatriz, Kate Middleton o La Princesa Mononoke?
Tras estas tres preguntas le pedí que escribiera el presupuesto en un folio y cogí el teléfono. ¿Queréis saber la conclusión? Quiere una boda de noche, sencilla, con decoración rústica, al aire libre y con un vestido bonito pero simple, nada de parecer una Menina ni la Reina de Corazones así que la cosa ya estaba encauzada.
Filtrar y Seleccionar, esa es la solución
En cuestión de una semana hemos encontrado una finca, que podemos alquilar a buen precio, para decorar a nuestro gusto y hacer tanto la ceremonia como el banquete, un vestido precioso de Charo Ruiz de estilo ibicenco que le queda como un guante y dos empresas de catering que le ofrecen los servicios necesarios para llevar a cabo la boda tal y como ella la quiere y dentro de su presupuesto así que ahora sólo tiene que decantarse por una de esas dos empresas para acabar con tanto mareo y tanta tontería.
Y es que todo es más sencillo de lo que parece porque si ella quiere una boda sencilla ¿qué narices hacía mirando salones de bodas llenos de espejos y decorados con ramos florales? Si quería aire libre ¿por qué estaba empeñada en mirar todos y cada uno de los establecimientos que se ofrecían en google para la celebración de eventos? Hay que tener un filtro e ir descartando aquello que no entra en lo que tenemos pensado y luego, de todo lo que sí nos cuadra, hacer una pequeña selección hasta quedarnos con lo que mejor nos convenga.
No es que gracias a esas tres preguntas haya organizado toda la boda y se haya decantado ya por todo pero gracias a esas tres sencillas preguntas supe qué estilo de boda, banquete y vestido quería y eso me permitió poner un filtro a las trescientas opciones que tenía ella buscadas y contactadas para empezar a descartar y, al final, no ha resultado tan complicado como pensábamos. ¿no?