En el último artículo que escribí para esta sección os hablaba de la posibilidad de crear un pequeño espacio, un rincón especial para nuestro propio disfrute durante el tiempo libre que dispongamos porque, desde mi punto de vista, a veces merece más la pena ahorrar para algo así que para hacer un viaje que sólo durará una semana o dos.
Desde ese día he seguido con mi proyecto para tener la mejor terraza el mundo, al menos bajo mi punto de vista claro está, y tras poner un toldo en el que disfrutar de cenas románticas y de ratos de relajación y lectura hemos decidido empezar a ahorrar para una piscina modesta, no muy grande, pero de buena calidad.
¿Os imagináis lo que sería llegar en pleno agosto de trabajar a las 8 de la tarde, cambiarte, y meterte directamente en una piscina que ha estado al sol todo el día y que, por lo tanto, a esa hora tendrá una temperatura perfecta? Creo que cada día pido más de mi pequeño rincón pero si consigo todos estos sueños, poco a poco, acabaré siendo la mujer más feliz del mundo.
He estado investigando un poco, como hago siempre, antes de decidirme por nada y creo que me voy a decantar por este tipo de piscinas de fibra porque he leído que son más económicas, de fácil instalación y mantenimiento, que tienen una gran resistencia a las inclemencias del tiempo y tienen mayor durabilidad que las fabricadas con otro tipo de materiales y me he decantado pos Piscinas DTP, que a la web a la que os he redirigido antes, porque me la han recomendado unos amigos que aseguran que les han hecho un trabajo impecable en su casa de campo así que, no voy a buscar más.
También he estado pensando que siempre hablamos de tener un espacio perfecto para cenas íntimas y para relajarnos esas horas de ocio que podemos disfrutar pero nos olvidamos del desayuno y de lo especial que puede ser desayunar en un rinconcito de tu hogar junto a tu pareja.
Dicen que el desayuno es la comida más importante del día y aunque en España no tenemos costumbre de desayunar fuerte, en mi familia estamos intentando implantar el hábito de levantarnos media hora antes para desayunar tranquilamente y un poco más fuerte de lo que estamos acostumbrados. Hoy mismo, por ejemplo, hemos desayunado un café con leche, un vaso de zumo de naranja, una tostada con aceite y pechuga de pavo por encima y un pequeño bizcocho. Obviamente no me voy a poner a cocinar huevos y bacon como hacen en Estados Unidos o tortitas con jamón pero no está nada mal eso de irte con energías renovadas y el estómago lleno para aguantar todo el día fuera de casa.
Yo, personalmente, voy a trabajar en todo: en mi estilo de vida, en mis hábitos y en mi rincón favorito y, viendo lo visto, me parece que es algo en lo que voy a invertir mucho tiempo y dinero a lo largo de mi vida pero no me arrepiento, al contrario, me parece algo muy inteligente que pocas personas hacen.