Hace unos tres años estuve con mis amigas en Rumanía de vacaciones. Íbamos, como os decía, por ocio, pero a la vuelta acabamos abriendo un negocio con el que nos va la mar de bien. Y es que este país nos llamó poderosamente la atención por la cantidad de palacios que tenía y lo baratos que se vendían, así que vimos la oportunidad de crear nuestra propia agencia inmobiliaria por internet diseñando una página web de la mano E-ingenia, empresa especialista en nuevas tecnologías de desarrollo web y que lleva el mantenimiento de la misma.
El caso, como os decía, es que nos tomamos una semana de vacaciones para conocer Rumanía, ya que en ese momento era un destino bastante barato para nuestros maltrechos bolsillos de estudiantes y con poco dinero podíamos ver casi todo el país. De hecho, además de en la capital, Bucarest, recorrimos también en tren el espacio hasta el mar Negro, donde visitamos Constanza, y pasamos un par de días en la zona de los Cárpatos, en Brasov, donde además entramos en el castillo de Bran, más conocido como la vivienda de Drácula y que por cierto se encuentra ahora mismo en venta.
Y es que parece que los rumanos han seguido los pasos de nuestro negocio, que ahora os cuento en que consiste. Cuando salíamos a coger el metro, el tren o el autobús para nuestros pequeños viajes por el país, nos dábamos cuenta de que en los trayectos había muchísimos palacetes en venta. De hecho, quizás lo hayáis oído alguna vez, a Bucarest se la conoce como la pequeña París, ya que tiene o tenía muchas edificaciones señoriales de este tipo. En tiempos de Ceausescu todo esto se vino abajo, ya que el dictador mandó tirar muchas de estas construcciones para luego levantar edificios de carácter comunista, bloques de pisos todos iguales y de bastante mala calidad, lo que da ahora a la ciudad una imagen un tanto desangelada por esos barrios y bastante decadente a la vez.
Pero aun así, esos palacetes no dejaban de ser una gran oportunidad, ya que para un español o una persona que trabajase en España, con un sueldo medio de nuestro país, no eran de todo caros en comparación con los precios de las viviendas de aquí. Fue entonces de donde surgió la idea para comenzar nuestro negocio. La clave estaba y sigue estando en que nos ponemos en contacto con los propietarios de estos palacetes en Bucarest, quienes la mayor parte de ellos están deseando deshacerse de estas propiedades por el precio que cuesta arreglarlas, y los anunciamos en la web que creamos de nuestra inmobiliaria para que personas que están en España puedan elegir el que más les guste y visitar después la lista de sus favoritos antes de decidirse por uno.
Rumanía y España, hermanadas
En España, como todo el mundo sabe, contamos con una gran cantidad de trabajadores rumanos que han venido a nuestro país a buscarse la vida encontrando un mejor empleo y que desean volver en cuanto puedan a su lugar de origen. Y es entre esta comunidad entre la que más está triunfando nuestra idea de negocio, ya que con sus ahorros buscan un lugar que comprar para cuando vuelvan a su país y que van arreglando poquito a poco, en función del estado en que se encuentre.
Asimismo, son también muchos los españoles que, atraídos por la belleza de los palacetes que ven en nuestra página web, se deciden a visitar Rumanía y recorrer un país prácticamente desconocido para mucho y sobre el que poco sabemos. A muchos de estos turistas les pasa lo que un día nos ocurrió a nosotras, que vinimos encantadas y, sobre todo, sorprendidas de lo que habíamos visto en ese bello lugar. Se enamoran de Rumanía y acaban comprando ellos allí también.
En definitiva, está claro que lo que eran una simples vacaciones de unas chicas que terminaban la carrera de Administración y Dirección de Empresas no pudieron acabar mejor, con un negocio propio que va viento en popa.