Vivimos en una sociedad en la que los cánones de belleza van cambiando con el paso de los años y es que poco o nada tiene que ve lo que considerábamos belleza hace unos años con lo que consideramos en la actualidad. Así, sin ir más lejos, en el imperio del sol naciente la belleza más pura de la mujer hace tan solo unas fechas pasaba por el blanco de su piel, un tono blanco que en la actualidad muchos podríamos considerar incluso enfermizo pero que por aquel entonces significaba que la mujer era de un alto linaje puesto que no tenía que salir al campo y, por tanto, ponerse morena, sino que se quedaba a cubierto y así podía mantener su tono de piel blanco.
Pero, como os decimos, en la actualidad esto ya no es así, ya que muchas veces incluso vemos como los ciudadanos van a lugares donde les den tratamientos de rayos para broncearse y así estar morenos incluso en los meses de invierno.
Así, como os decimos, los cánones de belleza van cambiando con el paso de los años y prueba de ello la encontramos en que, sin ir más lejos, la haloterapia y talasoterapia son dos técnicas que mejorarán tu salud y belleza y las cuales están muy de moda en los últimos años. En este sentido, para todos aquellos que no la conozcan, la haloterapia es un tipo de tratamiento en un medio aéreo controlado que consiste en inhalar minúsculas partículas de sal en un ambiente que simula el microclima de las cuevas de sal naturales. Este ambiente artificial resulta de la combinación de temperatura estable, una adecuada humedad del aire y una concentración de partículas de sal muy pequeñas mezcla de minerales de sodio, potasio, magnesio y calcio. Del griego “halos”, que significa sal y “therapeia”, terapia, la técnica consiste en respirar en este ambiente saturado por micro partículas de sal natural de origen mineral capaces de llegar a los alvéolos pulmonares y depositarse en la epidermis.
Además, por su parte, la talasoterapia, aunque es conocida como masaje vibracional, el uso terapéutico de los baños de sal está indicado a nivel dermatológico y ayudan combatir los problemas de estrés, el insomnio o la depresión. Sus centros están a medio camino entre un spa y un balneario. La talasoterapia utiliza como agente terapéutico los elementos químicos del clima y el ambiente marino, como el agua de mar, las algas, el barro, el plancton o la brisa y otras sustancias extraídas del mar.
Así, entre los beneficios de la haloterapia nos encontramos la purificación de las vías respiratorias, el refuerzo del sistema inmunológico y la mejora del aspecto de nuestra piel, los cuales, como os decimos, son solo algunos de los principales beneficios de esta terapia natural complementaria. Pero no solo eso, sino que es eficaz en el tratamiento de patologías del sistema respiratorio, como el asma, la sinusitis, la rinitis, bronquitis o fibrosis quística; el inmunológico, frente a las enfermedades vírico-infecciosas, y de las afecciones dermatológicas, como acné, psoriasis o dermatitis atópica, para las que también está indicado el uso terapéutico del agua salada a través de la talasoterapia o utilización de los recursos del medio marino. Además, en la actualidad, la haloterapia se utiliza en distintos países de Europa, Estados Unidos o Canadá, donde en estos dos últimos, además de en Italia e Inglaterra está reconocida como terapia clínica.
La sal es mucho más que un simple condimento
La sal no es solo un condimento. Tradicionalmente se ha utilizado mediante disoluciones con agua, para las inflamaciones de boca y garganta; para la congestión nasal, el suero de sal marina o a través de soluciones calientes de agua, sal y vinagre para las contusiones. Pero el uso moderado de sal en la dieta es necesario para la salud según se recoge en la publicación ‘Sal y salud’ del Instituto de la Sal. Entre otros factores, el sodio regula el equilibrio de agua y pH del cuerpo. Inhalada con la respiración normal, la sal reduce la inflamación, abre las vías respiratorias y favorece la expulsión de la mucosidad. Del mismo modo es conocida por sus propiedades antisépticas, antiinflamatorias y antibacterianas, entre otros beneficios para la salud, inactiva virus y bacterias, absorbe y elimina toxinas y alérgenos. La sal reduce la inflamación asociada a enfermedades como la Epoc, la bronquiolitis, la alergia o la neumonía, mejorando la capacidad respiratoria y aumentando la oxigenación celular. Respirar partículas de sal, además, limpia los bronquios. Su efecto osmótico sobre los fluidos de los tejidos del organismo ejerce una acción expectorante ayudando a limpiar las vías respiratorias, eliminar las flemas y la mucosidad y, por si fuera poco, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha identificado el cloruro sódico (SAL) como agente biocida eficaz contra SARS-CoV-2.