Ya no recuerdo cómo empecé con la jardinería, al principio solo tenía un par de plantas en casa, más que nada plantas comestibles como perejil, albahaca, hierbabuena y menta.
Como vivía en una gran ciudad, y estaba todo el tiempo moviéndome y mudándome de un lado a otro, tampoco tenía la oportunidad de desarrollar mucho más mi afición por la jardinería.
Sin embargo, a veces lo que empieza siendo un hobby puede ir tomando forma, y ese fue un poco mi caso.
En plena crisis trabajaba como periodista, me encantaba mi trabajo, pero tuve que dejarlo, ya que la empresa para la que trabajaba tuvo que hacer recortes y la nueva situación dio lugar a que muchos nos tuviéramos que reinventar.
Llegó una época de experimentación y de probar muchos trabajos diferentes para ir saliendo adelante, en todo ese tiempo nunca dejé de hacer mis pinitos en jardinería, iba apañándome cómo podía con el espacio y los medios de que disponía.
La jardinería conseguía relajarme y me producía una enorme sensación de bienestar, mientras me dedicaba a cuidar de mis plantas se me olvidaban todas mis preocupaciones, y en esos momentos difíciles me sentí increíblemente agradecida a tener un pequeño hobby con el que conseguía desconectar de todo tan bien.
Los beneficios terapéuticos de la Jardinería
Tanto expertos en la salud como paisajistas afirman que las tareas con plantas y flores tienen propiedades curativas y muy beneficiosas para la salud.
Con el ritmo de trabajo habitual hoy en día, y el hecho de que muchos trabajos requieren pasar largas horas en un lugar cerrado, la jardinería nos da la oportunidad de llevar a cabo una actividad al aire libre, con lo que nos oxigenamos y que ayuda a que nos despejamos después de un largo día en la oficina.
También ayuda a estimular nuestros sentidos, y como se precisa de algo de actividad física, es una buena forma de relajar nuestros músculos, de disminuir la presión arterial y favorecer el funcionamiento del corazón.
Además, como es una actividad que requiere de prestar una atención plena en lo que hacemos nos ayuda a adquirir más perspectiva a la hora de tomar decisiones.
Por todos estos beneficios, la jardinería se convierte en una actividad muy interesante para hacer con ancianos.
Mi interés por la jardinería fue creciendo con el tiempo, cada vez le dedicaba más tiempo y empezaba a tomar decisiones que me ayudaran a seguir con mi afición por la jardinería.
Con el tiempo, conseguí instalarme en un pequeño chalet que alquilé pensando en poder trabajar su jardín, el casero me daba total libertad para diseñar el jardín a mi gusto.
Por entonces, trabajaba como administrativa, y todo lo que conseguía ahorrar lo destinaba a invertir en mi pasión. Hasta me compré un juego completo, con todo tipo de herramientas para poder hacer trabajos más complejos.
Conocía a todos los proveedores de jardinería con la mejor relación calidad precio, y además, después de muchos años como aficionada a la jardinería ya distinguía donde encontrar los mejores productos.
Finalmente di con el mejor sitio recomendada por una profesora en un taller de jardinería japonesa, me recomendó inoxbcn, una empresa con un amplísimo catálogo de productos para jardinería En su tienda online pude encontrar una gran variedad de herramientas, cuerdas y bridas, hilos para desbrozar, sacos y fundas protectoras. Todo lo necesario para llevar a cabo mis pequeños proyectos.
Al contar con mi propio espacio fue más difícil dar forma a la idea de blog especializado en el tema, fui ganando popularidad y empezaron a salirme algunos clientes que querían servicios, principalmente de floristería y arreglos florales.
Sabía que era el principio de algo y quería seguir en ese camino, y aunque aún no podía dejar mi trabajo como administradora sabía que era cuestión de tiempo que mi pequeño negocio fuera en aumento.
La jardinería empezó siendo un hobby, acabó por ser mi maestra, mi consejera y mi refugio en momentos difíciles.