Si necesitamos ir a una peluquería, lo mejor es ir un poco antes ver el comportamiento de los trabajadores y los clientes.
Esto parece sencillo, pero ¿en qué debemos fijarnos?
- Los precios: para no llevarse un susto luego, lo mejor es ver los precios que suelen publicar la mayoría de las peluquerías en sitios muy visibles. En caso de que este no sea el caso, lo mejor es pedir la carta de precios y así evitaremos una serie de situaciones incómodas.
- Observar los productos con los que operan: para ello, lo mejor es echar un vistazo y observar. No te olvides que, para los aliados, está prohibido el uso de formol.
- Ver cómo son las relaciones interprofesionales entre el dueño, encargado y personal. Cuando haya mal rollo entre ellos debes saber que lo mejor es huir.
- El tiempo que se dedica a cada cliente: si el tiempo es inferior a 15 minutos, lo mejor es marcharse directamente. Todavía estarás a tiempo de hacerlo.
- Atención al cliente: en este sentido, es importante que para que haya un buen cuidado de tu pelo, te cuiden a ti en primero lugar. Hablamos por tanto de nada de tirones en el pelo, nervios o prisas. Hay que elegir a profesionales con amabilidad y tranquilidad. De lo contrario, es bastante probable que el resultado no sea el apetecido.
- Tu peluquería debe ser del segmento de edad al que corresponde o cómo eres. Por ejemplo, si eres una persona de gusto clásico y mediana edad, no es lógico ir a una peluquería moderna de chavales.
Algo que debes tener en cuenta y que tampoco es una mala medida, es que siempre que te sea posible, pidas ser atendida por el dueño o la dueña de la peluquería siempre que sea peluquero. En caso de que no pueda, ser, pues alguien que ellos te recomiendan. A los dueños siempre les va a interesar que quedes bien y ganarse tu confianza para que vuelvas.
La suerte también cuenta, pero en nuestro país, por lo general, no suele haber problemas con las peluquerías. Hemos hablado con los profesionales de Avenuehair una de las peluquerías de referencia en Bilbao por su modernidad, buen trato al cliente y estar a la última y nos han dado la clave del éxito, algo muy obvio pero que no todo el mundo valora: «A la persona que deposita su confianza en el peluquero hay que tratarla bien».
¿Qué hay que evitar cuando estamos en una peluquería?
No debemos abrir los ojos o la boca cuando nos laven el pelo, tampoco preguntar continuamente y mirar al profesional repetidamente, pues puedes distraerle o crear tensión.
Tampoco es demasiado recomendable hablar del anterior peluquero que tuviste ni en el buen ni en el mal sentido. Realmente no sabes quién es este nuevo profesional que te está cortando pelo ni a quién puede conocer, el mundo es más pequeño de lo que pensamos.
Otro tema que conviene evitar es sacar los brazos de la capa que te pone el peluquero o del reposabrazos de la silla. En caso de que lo hagas puede haber roces que puede que haga que haya contactos visuales poco agradables y trasquilones.
Hay que tener muy en cuenta que los profesionales que se dedican al mundo de la peluquería tienen que lidiar en su trabajo con bastantes temas. Podemos citar algunos como los ruidos, el calor o unos olores agresivos, estando también expuestos a poder tener enfermedades de tipo profesional, caso del túnel carpiano, la dermatitis, sobrecargas musculares, varices, etc.
Muchos peluqueros, terminan actuando como consejeros, psicólogos y hasta terapeutas. Estamos ante un colectivo que en nuestro país tiene un alto nivel, por lo que debemos ser conscientes de que por lo general hay oferta donde elegir, especialmente en las ciudades.
Debes tener en cuenta todo lo que te hemos dicho y también deberás tener en cuenta los consejos que puedan darte tus familiares o amigos en los que confíes. La llegada de Internet también ayuda a la investigación pues en la red podemos ver las opiniones de diferentes personas sobre los servicios que realiza tal o cual peluquería, algo bastante interesante cuando estamos decidiendo qué camino tomar en cuanto a nuestra decisión sobre dónde cortarnos el pelo.
Esperamos que toda esta información te haya sido de interés. ¡Suerte en tu elección!