Resulta innecesario recordar que el PVC gana enteros en materia de carpintería en el sector de la construcción. Sin embargo, a pesar de la ventaja que este material saca a sus dos competidores directos en nuestro país, tanto la madera como el aluminio, siguen estando presentes en materia de construcción y carpintería. Si nos referimos a las viviendas en particular, una gran mayoría todavía disponen de ventanas de aluminio, bien sea porque llevan años instaladas, bien porque todavía confían en este material y las siguen instalando.
Según los expertos del sector, son numerosas las ventajas que ofrece instalar este tipo de ventanas y carpintería en particular, pero también afirman que cuentan con una serie de importantes inconvenientes que hay que conocer. En este artículo vamos a repasar esas ventajas e inconvenientes entre otros aspectos del aluminio y sus usos en carpintería, repasando brevemente los otros materiales de gran uso en la fabricación de puertas y ventanas: PVC y madera.
Cuando entras en páginas del sector de la carpintería como Alutecnic Balear, compruebas que centran su producción y fabricación en las ventanas y puertas de aluminio y PVC. Estos materiales son, junto a la madera, los más utilizados en nuestro país, a diferencia del resto de Europa, donde el PVC, domina desde hace lustros el mercado. En España, sin embargo, el aluminio ha sido durante décadas el material por excelencia para las ventanas, dejando fuera de juego a materiales como el hierro tan utilizados tiempo atrás. Esta tendencia ha cambiado en los últimos años, en los que materiales como el PVC ganan terreno por las muchas posibilidades que ofrece a nivel de eficiencia energética y sostenibilidad.
Debido a estas cuestiones, el sector del aluminio no ha querido quedarse atrás y el material con el que trabajan ha ido sufriendo diferentes modificaciones para lograr mejoras en la calidad del material, con la finalidad de adaptarse a los tiempos. El nuevo aluminio RPT es un material más adecuado para adaptarse a las nuevas normativas de ahorro energético.
Aluminio a favor, aluminio en contra
Hablar de ventanas de aluminio implica aclarar que no todas son iguales, ni ofrecen las mismas prestaciones. Como sucede con cualquier otro material, las ventanas de aluminio cuentan con una serie de pros y contras que hay que tener muy presentes. En lugar de empezar a hablar de sus bondades, lo haremos mostrando sus puntos débiles o desventajas.
Las ventanas de aluminio, debido a las propiedades conductoras del metal, generan una pérdida de temperatura en el interior de las viviendas. Esto conlleva un mayor gasto energético pues será necesario mayor uso de calefacción y aire acondicionado para mantener la temperatura adecuada de la vivienda.
Otra de sus desventajas es que sudan, es decir, generan una condensación que se traduce en pequeñas gotas de agua, producidas por la fusión entre dos temperaturas diferentes: el calor del interior con el frio del exterior. Al mismo tiempo, este tipo de ventanas, pueden romperse con el paso del tiempo. Lo que nos lleva directamente a preguntarnos el porqué de su popularidad durante tanto tiempo. Para contestar a esta pregunta, nada mejor que hablar sobre las ventajas que ofrece el aluminio para la fabricación e instalación de ventanas.
En primer lugar, a diferencia de lo que sucede con la madera, el aluminio cuenta con un recubrimiento antioxidante natural que evita tener que ser pintado de manera frecuente. Se trata de un metal muy resistente a los impactos, cuenta con un perfil muy estrecho que aumenta la cantidad de luz que puede entrar por las ventanas. Aunque cabe señalar que debido a las modificaciones, se ha visto aumentado el ancho y la profundidad de los perfiles de forma significativa con la llegada del aluminio RPT.
Los menores costes de este material, siempre han sido una de las mejores bazas del mismo. Una ventana corredera de aluminio, de las “tipical spanis” conlleva un bajo coste en la fabricación e instalación. Al contrario que sucede con otros materiales, el aluminio convencional tiene un coste de producción inferior requiriendo una menor inversión en su fabricación. Con la llegada del aluminio RPT, se produjo un cambio puesto que se trata del material más caro de la gama más alta del mercado.
El aluminio es un material no inflamable, cualidad necesaria para la seguridad de las viviendas en lo que incendios respecta. Además de contar con una amplia variedad de colores, su fácil maleabilidad y variedad de diseños. Cabe señalar su disponibilidad, tanto en variedad de formas, colores y diseños, como los bajos precios.
Aun contando con una serie de ventajas nada desdeñables, el aumento de los costes energéticos y la mayor concienciación sobre el medio ambiente, la sostenibilidad y la ecología, unidas a las nuevas normativas de eficiencia energética, entre las que se incluye el Código Técnico de la Edificación (CTE), incitan la demanda de otro tipo de ventanas. Aquí entra en juego la demanda de ventanas con propiedades más aislantes como las de la madera o PVC. Siendo este último, el material más utilizado en la mayoría de países que componen la Unión Europea. Países que, por otro lado, requieren de mayor nivel de aislamiento debido a las bajas temperaturas de la zona.
Debido a las innumerables ventajas que ofrece el PVC, las ventanas tradicionales de aluminio, se encuentran en una situación desfavorable. En respuesta a esta situación, el aluminio debe responder y promocionar sus ventanas con rotura de puente térmico (RPT), puesto que el CTE que entró en vigor en el año dos mil seis, exigía que las ventanas de aluminio incluyeran la rotura del puente térmico en la mayoría de comunidades autónomas.
Otros datos interesantes sobre el aluminio
No sabemos mucho sobre este material tan utilizado y habitual en nuestra vida en sus múltiples formas y elementos, por lo que no está demás conocer algo más sobre este metal y así comprender porque tiene tanta utilidad, a pesar de que haya perdido terreno en el sector de la carpintería.
Es el tercero de los materiales que más abunda en la corteza terrestre, detrás del oxígeno y el silicio. Su extracción se hace de la bauxita, un mineral que fue descubierto en Francia. Esto sucedió en el año mil ochocientos veintisiete, cuando Friedrich Wöhler, logró aislar por primera vez, el aluminio en estado puro.
En el mismo siglo diecinueve, se consigue una reducción en el coste del proceso de producción del aluminio, posibilitando su uso en la industria tal y como lo conocemos en la actualidad. Aunque no se mencione demasiado, se trata de un material ecológico y altamente reciclable, más utilizado que el hierro y el acero. Su usabilidad es prácticamente infinita y no pierde funcionalidad en el reciclado.
Cuando se recicla, el nombre que se le da al aluminio es aluminio secundario, pero ofrece las mismas propiedades que el aluminio original. Se trata de un elemento duradero y que puede reutilizarse infinidad de veces.
Otro aspecto destacable y muy positivo es que se trata de una de las superficies más higiénicas del mercado, evitando la proliferación de virus, bacterias, hongos, etc.
Proporciona mayor aislamiento térmico, gracias a sus modificaciones, aumentando la eficiencia energética. Se encuentra en plantas y rocas ígneas, en forma de mineral.
Ya se utilizaba en la antigüedad cuando griegos y romanos, utilizaban el alumbre potásico como producto astringente y mordiente textil. Se trataba de un material tan valorado como el oro y la plata, siendo símbolo de poder.
Donde más se utiliza el aluminio es en la industria de las bebidas y conservas enlatadas. Con el reciclaje de estas latas se produce la energía equivalente a la necesaria para mantener una televisión encendida durante tres horas.
Cuando se funde, puede sufrir reacciones explosivas si entra en contacto con el agua, razón por la cual no debe entrar en contacto con herramientas o recipientes húmedos.
En sus inicios, cuando obtener aluminio no era tan fácil, podía alcanzar precios de mil dólares el kilo, pasando a los cincuenta centavos, en pocos años.
Todas estas curiosidades y datos de interés forman parte de la historia del aluminio. Solo podemos añadir que una de las mayores ventajas que ofrece la carpintería de aluminio más actual es la variedad de espesores de acristalado que poseen las ventanas. Esto hace posible escoger y personalizad la configuración de las mismas. Permite a su vez, elegir el tipo de aislamiento térmico y acústico deseado, en función de donde se vara a colocar la ventana. Esto quiere decir que la carpintería de aluminio cuenta con una versatilidad semejante a la que ofrece el PVC, pudiendo adaptarse según las circunstancias y necesidad de cada uno.
En cuanto a la estética, el aluminio permite fusionarse con la madera natural, ofreciendo resultados muy adecuados para exterior y una estética innovadora. La combinación de prestaciones y estética convierte a estas ventanas en un elemento adaptado al entorno. Sin olvidar su resistencia frente a las diferentes adversidades climáticas a las que nos enfrentamos cada vez con mayor frecuencia.
Definitivamente, la carpintería de aluminio está adaptándose a los tiempos y posiblemente, recupere esa popularidad de antaño, compitiendo con el PVC al mismo nivel.